martes, 17 de marzo de 2020

Mitología: Heracles/Hércules

 HERACLES/HÉRCULES 


Se cuenta que Heracles, también llamado Hércules, era hijo de Alcmena y Anfitrión, pero en realidad fue Zeus su padre. El dios aprovechó que Anfitrión estaba de viaje para adoptar su imagen y seducir a Alcmena. Hizo que la salida del sol se demorara para que la noche durara más.

Un día Zeus, para hacerle inmortal, acercó al niño al pecho de Hera dormida. Cuando esta se despertó, lo arrojó lejos, pero ya se había amamantado. La leche que fluyó de su pecho dejó en el cielo una estela: la Vía Láctea. Unos meses después, Heracles estranguló a dos serpientes que aparecieron en su cuna. Siempre tuvo en su contra a Hera, pues estaba celosa de que Zeus sedujera a Alcmena. En su infancia se formó con el centauro Quirón.

Su primera hazaña consistió en dar muerte a un león que causaba grandes estragos en la región del monte Citerón. Tardó 50 días durante los cuales se alojó en el palacio del rey Tespio. Este ordenó que cada noche se acercara a su lecho una de sus hijas, en total eran 50. Heracles pensó que siempre era la misma y de estas uniones nacieron 50 hijos, los Tespiadas. Se cuenta que, cuando fueron mayores, Heracles enloquecido por Hera, los mata. Movido por la culpa sigue el consejo de Teseo de viajar a Delfos para consultar a la Pitia.

 Los doce trabajos 


La Pitia le dijo a Heracles que, para expiar su culpa, debía servir durante doce años al rey Euristeo, quien vio la oportunidad de acabar con él. Cada año le ordenaba un trabajo: el león de Nemea, la hidra de Lerna, el jabalí de Erimanto, la cierva de Cerinia, las aves del lago Estínfalo, los establos del rey de Augias, el toro de Creta, las yeguas de Diomedes, el cinturón de la reina Hipólita, los bueyes de Geriones, el can Cerbero y las manzanas de oro de las Hespérides. Pero Heracles siempre volvía vivo y, a veces, llevaba consigo al monstruo o animal correspondiente por lo que Euristeo tenía miedo y llegó incluso a esconderse en una tinaja.

Cuadro de "Hércules en la pira" de Luca Giordano, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules y el Cancerbero" de Pedro Pablo Rubens, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules matando al dragón del Jardín de la Hespérides" de Pedro Pablo Rubens, Museo del Prado.
Cuadro de "La Apoteosis de Hércules" de Juan Bautista Martínez del Mazo, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules separa los montes de Calpe y Abyla" de Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules vence al rey Gerión" de Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules lucha con el león de Nemea" de Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules y el jabalí de Erimanto" de Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules y el toro de Creta" de Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules luchando con Anteo" de Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules y el Cancerbero" de Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules desvía el curso del río Alfeo" de  Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules lucha con la hidra de Lerna" de Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de la "Muerte de Hércules" de Francisco de Zurbarán, Museo del Prado.
Cuadro de "Hércules y Anteo" de Rafael Tegeo Díaz, Museo del Prado.
Cuadro de la "Marina con las columnas de Hércules" de José Carlos de Borbón, Museo del Prado.
Cuadro de "La Apoteosis de Hércules" de Jean Baptista Borkens, Museo del Prado.
Cuadro de la "Muerte del centauro Neso" de Luca Giordano, Museo del Prado.

 Deyanira 


Cuando Heracles bajó al Hades, se encontró allí con Meleagro, rey de Calidón y, conmovido por el relato de su muerte, le prometió que se casaría con su hermana Deyanira. Una vez casados, al llegar al río Eveno, recibieron ayuda del centauro Neso, quien les ayudó a cruzar el río. Cuando ayudaba a Deyanira, intentó abusar de ella y Heracles le disparó una flecha al oír los gritos. Entonces, moribundo, el centauro recogió la sangre que manaba de su herida y se la entregó a Deyanira en compensación por su lascivo intento asegurando que se trataba de un fuerte filtro amoroso.

Tiempo después, Heracles se enamoró de Yole. Para atraer de nuevo el amor de Heracles, Deyanira le entregó una túnica impregnada con la sangre del centauro. Heracles, sin sospechar nada, se puso la túnica. La túnica se adhirió a su cuerpo y le abrasó. Lleno de dolor se arrojó a una pira ardiendo. Deyanira, tras ver lo ocurrido, se clavó un puñal en el pecho.

Zeus, tras fijar la imagen de Heracles entre los astros, lo llevó al Olimpo en un carro de cuatro caballos. Entonces persuadió a Hera para que se reconciliara con él y lo casó con su hija Hebe, diosa de la juventud.

Vídeo de Destripando la Historia sobre Hércules.