viernes, 20 de marzo de 2020

El latín y el griego siguen vivos

 EL LATÍN Y EL GRIEGO SIGUEN VIVOS 

Tengo la duda de si os ha pasado lo mismo que a mí en algún momento de vuestras vidas. Es habitual encontrarnos con gente que, al enterarse de que estudiamos latín, griego o cultura clásica, nos pregunta: ¿y eso para qué sirve?

Respecto al latín, hace tiempo encontré un artículo en La Vanguardia con el título de "El latín sigue vivo" gracias al cual pude calmar un poco esas inquietudes que me sobrecogían. Os comparto el enlace para que podáis echarle una ojeada (y no una hojeada):


Enlace a "El latín sigue vivo" de La Vanguardia.

También podemos encontrar libros tan curiosos como el de "Dichosos dichos" y el de "Peccata minuta" de Víctor Amiano, o el de "¿Por qué el latín? Diez buenas razones" de Friedrich Maier, que nos acercan un poco más a la comprensión de esta, nuestra lengua materna.

Con el griego clásico sucede más o menos lo mismo. Pero en este caso pueden ir mucho más allá y preguntarnos si al estudiar griego (clásico) y viajar a Grecia seríamos capaces de entender lo que dicen.

Otras reflexiones que me gustaría compartir son las siguientes:


Enlace a "Ahora en serio: ¿para qué sirven el latín y el griego hoy en día?" de Javier Álvarez.

Enlace a "Para qué (me) sirve el Latín (y el Griego)".

Os invito a echarles un vistazo y a seguir investigando sobre el valor que estas asignaturas tienen para nuestro futuro.

Juego de Cultura Clásica Testeando

 JUEGO DE CULTURA CLÁSICA TESTEANDO 

En el siguiente enlace podéis encontrar unas cuantas cuestiones para ver lo que sabéis sobre la Cultura Clásica. Se os valorará el número de aciertos y el tiempo que tardáis en contestar a las preguntas:

Enlace a cuestiones de Cultura Clásica de Testeando.

jueves, 19 de marzo de 2020

Juegos de Ludus Litterarius

 JUEGOS DE LUDUS LITTERARIUS 

Aquí tenéis unos cuantos juegos de gramática, literatura, mitología, etc., de Ludus Litterarius:

Enlace a Ludus Litterarius

Juego en Familia, Museo del Prado

 JUEGO EN FAMILIA 

Para sobrellevar estos días, el Museo del Prado ha desarrollado un recurso didáctico, "Juego en familia", accesible para todos. Os dejo el enlace:


Enlace al Juego en Familia del Museo del Prado.

Juegos 3D

 JUEGOS 3D 

Aquí os dejo un enlace donde podréis comprobar cómo la mitología clásica está vigente hoy en día y no llegamos a ser del todo conscientes de su presencia. Existen multitud de juegos para PC en los que el Mundo Clásico se hace notar. Para muestra un botón. 


Enlace a 3DJuegos con juegos de Grecia para PC.

martes, 17 de marzo de 2020

Lengua latina: Latinismos

 LATINISMOS 

Los latinismos son expresiones procedentes del latín  que aún hoy seguimos utilizando. Aquí tenéis unos cuantos:

Enlace a los Latinismos de EducaMadrid.

Mitología: Teseo

 TESEO 

 El oráculo de Delfos 

Egeo, rey de Atenas, fue a Delfos para consultar al oráculo de Apolo sobre cómo tener un hijo varón. Apolo contestó: “No debes desatar el odre de vino hasta llegar a Atenas”. En su regreso se desvió y llegó a Trecén, donde consultó al rey Pítaco. El rey interpretó que el oráculo le advertía del peligro de engendrar un hijo antes de llegar a Atenas, pero en lugar de contárselo a Egeo, decidió emborracharle y ofrecerle a su hija Etra.

Egeo le dijo a su hija que, cuando naciese el niño, lo criase sin que supiese quién era su padre, pues temía por su vida. Cuando Teseo se hizo mayor, le reveló su origen y lo llevó ante una roca, la cual debía levantar para encontrar la espada y las sandalias que le pertenecían.

Teseo decidió ir a Atenas y para ello escogió el peligroso camino que pasa por Corinto. En él podría encontrarse con el cruel Proscusto, que vivía al lado del camino y tenía dos lechos, uno corto y otro largo. Ofrecía el lecho largo a los caminantes de baja estatura y a fuerza de martillazos los igualaba a él, en cambio a los altos les ofrecía el lecho corto y con una sierra les cortaba las partes del cuerpo que sobresalían.

 Teseo en Atenas 

Medea no consiguió darle un hijo varón a Egeo. Cuando Teseo fue invitado a un banquete en el palacio, Medea quiso librarse de él envenenando su copa, pero antes de beber, el joven sacó su espada y Egeo le reconoció e impidió que lo bebiera. Medea escapó tras una nube de humo.

Egeo ya tenía un heredero y alguien que librara a la ciudad del tributo que pagaban al rey de Creta, Minos. Cada nueve años debían enviar en un barco siete jóvenes y siete muchachas que no regresaban jamás.


Mitología: Orfeo

 ORFEO 


Orfeo fue engendrado por la musa Calíope y Eagro. Encantaba a las rocas y a las aguas de los ríos con su voz y su lira. Algunos pensaban que era hijo del mismo Apolo. Vivía solo en el bosque hasta que conoció a la ninfa Eurídice.

Celebraron la boda en los montes de Tracia, pero la ninfa, acompañada de un grupo de náyades, recibió la picadura de una serpiente y murió. Orfeo se atrevió a descender al Hades para buscarla. Logró con su canto persuadir a Caronte, quien le cruzó a la otra orilla sin pedirle nada a cambio; amansó al can Cerbero; dejó atrás a las temibles Parcas.
Una vez que llegó frente a Hades y su esposa Perséfone, les explicó que el motivo de su viaje era el de recuperar a su esposa. Les dijo que todos los seres, más tarde o más temprano, llegaría allí, y que él solo pretendía pasar un poco más de tiempo junto a su amada. Los dioses cedieron ante su petición a condición de que en el regreso al mundo de los vivos no mirase hacia atrás para comprobar si su esposa le seguía. Casi habían alcanzado la superficie cuando Orfeo, ansioso por mirarla, se volvió hacia ella y en ese instante ella comenzó a desvanecerse y descendió de nuevo hacia el lugar del que había partido.

Orfeo se retiró para siempre a las elevadas cumbres de los montes Ródope y Hemón. Se dice que las mujeres tracias, en medio de los ritos de una celebración dionisiaca, le mataron separando la cabeza del cuerpo. Y aun después de separada la cabeza del cuello, cuando el río la llevaba en sus aguas junto con su lira, seguía cantando a Eurídice.

Conferencia de "Orfeo y Eurídice de Rubens: música, amor y muerte" de Leticia de Frutos, Museo del Prado.




Cuadro de "Orfeo y los animales" de Luca Giordano, Museo del Prado.
Cuadro de "Orfeo y Eurídice" de Pedro Pablo Rubens, Museo del Prado.
Cuadro de "Orfeo y los animales" deFrans Snyders y Theodor Van Thulden, Museo del Prado.
Cuadro de "Orfeo y los animales" de Rosa de Tivoli, Museo del Prado.
Cuadro de "Orfeso y los animales" de Alessandro Varotari Padovanino, Museo del Prado.
Cuadro de "Orfeo y Eurídice en los Infiernos" de Pieter Fris, Museo del Prado.
Cuadro de "La muerte de Eurídice" de Erasmus Quellinus, Museo del Prado.
Escultura de "La ninfa Eurídice mordida por la víbora" de Sabino Medina y Peñas, Museo del Prado.


Literatura Latina: La Sátira y El Epigrama

 LA SÁTIRA Y EL EPIGRAMA 


EPIGRAMA-INTRODUCCIÓN
El epigrama, composición breve, concisa y variada, consigue decir mucho con pocas palabras. Frente al epigrama griego de tipo funerario, erótico o votivo, el romano resulta satírico, jocoso e invectivo.
AUTORES Y OBRAS
Catulo es el primero que ofrece un número relevante de epigramas de tipo erótico y satírico.
Al propio Virgilio se le atribuye el Catalepton, colección de epigramas en yambos.
Más llamativos son los Priapeos, epigramas que tienen que ver con Príapo, guardián de huertos y jardines, divinidad de la fertilidad, hijo de Dioniso y Afrodita; La mayoría son anónimos.
Pero el verdadero maestro del epigrama es Marco Valerio Marcial. Representa en sus obras a la sociedad romana, sus vicios y defectos, con caricaturas a veces desgarradoras. Aspectos relacionados con el sexo se tratan con rotunda claridad. No hay en sus obras ninguna intención moralizante; parece disfrutar arremetiendo contra sus contemporáneos. Y sin embargo, salvo en contadas ocasiones, esos contemporáneos no aparecen mencionados por su nombre. Bastan muchas veces cinco o seis versos para decirlo todo con pocas palabras, guardando siempre para el último verso la descarga final. Es un humor más bien intelectual.
Hay que esperar hasta Ausonio en el s. II para encontrar una colección titulada Epigrammata. El polifacético Claudiano incluyó también epigramas dentro de su producción. Los trabajos de estos y otros autores de época más tardía fueron recopilados en la Anthologia latina.
SÁTIRA-INTRODUCCIÓN
Suegún Quintiliano, la sátira es un género absolutamente peculiar que no deriva directamente de ningún otro género literario, ni del mundo latino ni del mundo griego. Se trata, pues, de un género novedoso, una mezcla abigarrada de elementos diversos. En líneas generales se establece una distinción entre sátira menipea y sátira hexamétrica, o romana.
AUTORES Y OBRAS
Sátira menipea: llamada así por tener como referencia la figura de Menipo de Gádara (s. III a. C.) filósofo cínico que utilizó una mezcla de prosa y verso para exponer su pensamiento ético.
En Roma fue M. Varrón quien compuso 150 libros de sátiras de los que conocemos los títulos y unos 600 fragmentos.
Conservamos completa la obra satírica de Séneca titulada Apocolocyntosis divi Claudi, es decir “Transformación en calabaza del divino Claudio”, donde arremete contra el emperador Claudio, que le había desterrado a la isla de Córcega.
Sátira hexamétrica: el creador es C. Lucilio. Se reduce la variedad métrica a un solo esquema métrico. Se hace presente la invectiva y la crítica directa y agresiva. Han llegado a nosotros unos 1500 versos.
Casi un siglo más tarde (30 a. C.) compone Horacio dos libros de sátiras que tituló Sermones, esto es “Conversaciones”. Alterna el verso hexamétrico con el yámbico y rebaja notablemente el tono de la crítica.
Sucesor de Horacio fue A. Persio Flaco (34-62 d. C.), es el escritor más joven de la literatura latina; murió a los 28 años. Educado en los círculos cultos, sus sátiras se reducen a poco más de 600 versos, seis composiciones. La primera sátira glosa la poesía y actitud ante ella del propio Persio; la segunda toca aspectos de la religiosidad del individuo; la tercera se dedica a la educación; la cuarta, al pensamiento de Sócrates; la quinta, a la libertad y al saber; y la sexta, de la ambición.
El gran autor de sátira es Juvenal (55-130 d. C.). Tuvo casa En Roma y villas en Tívoli y Aquino. Su producción consta de cinco libros. Arremete contra todo y contra todos y en especial con personajes del pasado. Presenta la imagen de una sociedad degenerada. Con Juvenal la sátira alcanza su máximo esplendor.

Enlace a Almacén de Clásicas, "La Sátira".

Literatura Latina: La Poesía Dramática

 LA POESÍA DRAMÁTICA 


INTRODUCCIÓN
Para los romanos, las representaciones teatrales eran ludi, esto es, “juegos” o entretenimientos, representados en el circo o en el anfiteatro (ludi circenses, ludi scaenici). Los ludi scaenici tienen tres etapas:
  • Primera etapa (364 a. C.). Se crean los primeros ludi scaenici. Se trata de un teatro sin texto. Toman como modelo las danzas etruscas. Hay un fuerte elemento de improvisación, la danza y la música adquieren la máxima importancia.
  • Segunda etapa (240 a. C.). Se establecen en Roma los ludi romani; en el 240 Livio Andrónico estrena la primera obra dramática escrita, con texto y argumento tomado de la guerra de Troya. Se componen comedias y tragedias.
  • Tercera etapa (27 a. C.). Pocos años antes del comienzo del Imperio, se va extinguiendo la tradición del teatro textual, tragedia y comedia. Se va a crear la pantomima, semejante al mimo de los orígenes pero con contenido mitológico.
A partir del 240 a. C. las representaciones teatrales se institucionalizan en Roma. Se Realizan a lo largo de cinco momentos entre la primavera y el otoño:
  • Ludi Magni del 4 al 19 de septiembre.
  • Ludi Plebeii del 4 al 17 de noviembre.
  • Ludi Megalenses del 4 al 10 de abril.
  • Ludi Florales del 28 al 3 de mayo.
  • Ludi Apollinares del 6 al 13 de julio.

Al comienzo, las representaciones se desarrollan en marcos totalmente provisionales. Después se levantan gradas de madera. Hay que esperar hasta el 55 a. C. para que Pompeyo inaugure el primer teatro estable en el Campo de Marte. Augusto (13 d. C.) inaugura el teatro de Marcelo, al que se unirá pronto el teatro de Balbo.
Los actores se agrupaban en compañías (grex, caterva) al frente de las cuales figuraba un dominus gregis, director que podía ir acompañado de un choragus o escenógrafo. Para cada obra había tres actores. Llevaban máscaras, un calzado especial (crepida para tragedia y soccus para comedia).
GÉNEROS
Los romanos dieron el nombre de fábula a toda obra dramática escrita en verso, añadiendo el correspondiente adjetivo según fuera trágica o cómica:


GÉNEROS MAYORES
TRAGEDIA
Fabula cothurnata (tema griego)
Fabula praetexta (tema romano)
COMEDIA
Fabula palliata (tema griego)
Fabula togata (tema romano)
GÉNEROS MENORES
ATELLANA
Originaria de la ciudad osca de Atella
MIMO
En alusión al griego mimos
PANTOMIMA
Especie de mimo más completo

AUTORES DE TRAGEDIA
El Primer representante es Livio Andrónico, natural de Tarento (280-204 a. C.), ya citado por su traducción al latín de la Odisea. Sus tragedias son todas de tema griego y, a su vez, todas ellas relacionadas con la Guerra de Troya: Aquiles, Ayax y Equus Troianus.
Años más tarde Cneo Nevio (270-190 a. C.) continúa con tragedias de tema troyano como Andromacha, Hector proficisciens, pero realiza una importante innovación: es el primero en componer fabulae praetextae, esto es, tragedias de tema romano como Romulus y Clastidium.
Mayor éxito alcanzó Quinto Ennio (239-169 a. C.) con obras como Ayax, Achiles y Hecuba. También escribió fabula praetexta: Sabinae y Ambracia; en la primera se retoma el tema del rapto de las Sabinas y en la segunda se subraya la victoria de Fulvio Nobilior.
Pacuvio (220-130 a. C.) escribió nuevamente obras de tema griego: Antiope, Armorum Iudicum; y una comedia de tema romano: Paulus.
Accio (170-86 a. C.) cultiva tanto la tragedia de tema griego como la de tema romano: Brutus, Decius y Atreus.
En el primer siglo del Imperio aparece Lucio Anneo Séneca (4 a. C.-65 d. C.), filósofo y político cercano a Nerón. Con su firma se conservan diez obras; nueve de tema griego, Hercules Furens, Hercules Oetaeus (saga de Hércules), Agamenón, Tiestes (saga de los Atridas), Oedipus, Phoenissae (saga de los Labdácidas) y Medea, Phaedra y Troianae compuestas bajo la influencia de Eurípides. Solamente Octavia es de tema romano, escenifica las desventuras de la esposa de Nerón que fue repudiada. Las decisiones que toman los protagonistas se someten siempre al juicio moralizante del autor.

AUTORES DE COMEDIA
Tito Maccio Plauto (254-184 a. C.) nació en Umbría, lejos del centro cultural que era Roma. Se trasladó con posterioridad a Roma para dedicarse al comercio por mar, pero se arruinó en este campo y se dedicó al mundo del escenario. Se le atribuyen más de un centenar de obras de las cuales conocemos con exactitud veintiuna, todas ellas son de tema griego: Amfitruo, Asinaria, Aulularia, Captivi, Curculio, Cistellaria.La gran mayoría de estas obras presentan una trama compleja en la que dos o más temas o acciones de entremezclan. Los personajes presentan rasgos estereotipados. Mediante un prólogo, un actor explica el argumento y trata de captar la atención y el favor del público.
P. Terencio Afer (185-159 a. C.) fue un joven esclavo manumitido por su amo en Cartago. Realizó un gran esfuerzo por formarse y llegó a entrar en contacto con el círculo de los Escipiones, aristócrata y culto. Conservamos seis comedias: Adelphoi, Andria, Eunuchus, Heautontimoroumenos, Hecyra y Phormio. Son comedias “psicológicas” o de “caracteres” donde interesan más los propios protagonistas que la acción que puedan desarrollar. En los prólogos muestra sus propósitos y rechaza los ataques de quienes le acusan de plagio. Insiste en que sus comedias son más tranquilas y sosegadas que las de Plauto.

Literatura Latina: La Historiografía

 LA HISTORIOGRAFÍA 

INTRODUCCIÓN
Roma fue un pueblo con grandes historiadores, muy distintos en sus concepciones y sus planteamientos. Son también múltiples los enfoques y usos que se hacen del relato histórico. Desde la biografía que da a entender que son los grandes personajes los que mueven los hilos del acontecer, hasta la recopilación exhaustiva destinada a impresionar y a reflexionar, pasando por los relatos históricos que son pretextos para propagandas personales.
AUTORES DE ÉPOCA REPUBLICANA
Los primeros pasos de la historia de Roma se encuentran en el trabajo de los llamados analistas, a finales del s. III a.C. El trabajo de estos personajes, muchos de ellos funcionarios con acceso a los documentos oficiales, consiste en levantar acta de los hechos políticos, religiosos y sociales más relevantes año a año. Un ejemplo es Fabio Pictor, quien nos habla de los enfrentamientos entre Roma y Cartago. Por su parte, L. Licinio Alimento, P. Cornelio Escipión y Postumio Albino escribieron en lengua griega aconteceres de la vida romana.
A partir de Catón (234-149 a. C.), los analistas escribirán en lengua latina. Este autor se propone llegar hasta los orígenes de Roma y así titula su obra: Orígenes.
Continúan esta tradición otros personajes como: Cneo Gelio, Q. Fabio, Calpurnio Pisón, Celio Antipater o Cornelio Sisenna.
Julio César (100-44 a. C.) fue un personaje controvertido, concitador de amores y odios tanto en vida como después de muerto, es, sin duda, una figura fundamental en la historia de Roma. Limitándonos a su faceta como historiador, su obra lleva por título Commentarii rerum gestarum (De bello Gallico en 7 libros y De bello civile en 3 libros). Hace gala de su prosa latina sin helenismos, sin arcaísmos, sin vulgarismos, sin barroquismos. Aunque casi siempre en estilo indirecto, inserta discursos en sus relatos, lo que contribuye a romper la monotonía. Se puede afirmar que allí donde llegó Roma, allí llegó César y allí quedó la huella.
Cayo Crispo Salustio (87-35 a. C.) fue contemporáneo de César, de quien fue amigo y colaborador. Prefiere centrarse en episodios concretos de los que, o bien es testigo directo o bien puede documentarse con gran exactitud, para extraer de ellos las pertinentes conclusiones. Son tres sus obras, dos de las cuales son bien conocidas: La conjuración de Catilina y La guerra de Yugurta. Las Historias que, pese a su nombre, narraban solo los sucesos del 78 al 67 a. C. han llegado a nosotros en estado muy fragmentario. La conjuración de Catilina narra el intento fallido de revolución protagonizado por Lucio Sergio Catilina, quien fracasó en su intento de conseguir el consulado el mismo año que lo obtuvo Cicerón (63 a. C.). La guerra de Yugurta narra el enfrentamiento bélico entre Roma y Yugurta, el rey de los númidas. Este conflicto tuvo lugar entre el 111 y el 105 a. C. Se interesa por el porqué de los hechos acontecidos. Salustio dice mucho con pocas palabras en estilo directo. Abunda en sus obras el llamado infinitivo histórico para llamar la atención del lector.
Cornelio Nepote (100-25 a. C.) fue amigo personal de Ático y de Cicerón, perteneció al orden ecuestre, pero prefirió dedicarse a las letras. Su obra De viris illustribus eran dieciséis libros de los que solo conservamos uno, en el que muestra biografías de generales no romanos (Aníbal, Amílcar, Temístocles, Alcibíades…) y las de Catón el Viejo y Ático. También nos han llegado dos sentidas cartas de Cornelia, la madre de los Gracos, dirigidas a uno de sus hijos.
Tito Livio (59 a. C.-16 d. C.) fue contemporáneo del emperador Augusto y se dedicó al estudio de las letras a finales de la República y comienzos del Imperio. Escribió la historia de Roma desde su fundación hasta la muerte de Druso en su obra: Ab urbe condita (Desde la fundación de Roma), en 142 libros. Para realizar este trabajo Livio encontró varios problemas: la falta de información, pues hasta la República la historia de Roma pertenece más a la leyenda que a la realidad; la imposibilidad de acceder a los archivos públicos y privados; y la carencia de formación política de tipo práctico, ya que jamás había desempeñado cargos públicos.
AUTORES DE ÉPOCA IMPERIAL
En los comienzos del Imperio la vida cultural se empobrece.
Valeyo Patérculo (19 a. C.-30 d. C.) compuso bajo el título de Ad Marcum Vinicium libri duo la historia del mundo grecolatino en dos libros, arrancando desde la guerra de Troya.
Valerio Máximo realizó una obra cuanto menos pintoresca: Factorum ac Dictorum Memorabilium libri IX (Dichos y hechos memorables).
Publio Cornelio Tácito (55-120 d. C.) es el gran historiador del Imperio. Personaje de familia noble, político activo que subió todos los peldaños del cursus honorum. Escribió un Diálogo de los oradores, Agrícola y Germania, pero son Historiae y Annales las obras que le han dado fama. Tácito piensa que la historia debe tener una función moralizante, se trata también de una obra científica y un documento literario.
Suetonio (75-160 d. C.) asistió a una mejoría de Roma en los aspectos políticos y culturales. La obra que ha llegado a nosotros es breve y pintoresca: Vida de los doce césares, doce biografías desde Julio César hasta Domiciano, escritas en un latín no muy elegante.
Amiano Marcelino (332-398 d. C.) escribió Res Gestae, obra que nos ha llegado incompleta. Abarcó desde Nerva hasta la muerte del emperador Valente (378).
HISTORIOGRAFÍA CRISTIANA

Reconocida el 313 la libertad oficial de culto para los cristianos por Constantino, comienza una avalancha de escritores doctrinales como S. Ambrosio, S. Jerónimo y S. Agustín.

Enlace a Almacén de Clásicas, "La Historiografía".

Literatura Latina: La Prosa Técnica

 LA PROSA TÉCNICA 


INTRODUCCIÓN
Nos han llegado escritos en lengua latina, con menor pulcritud y exactitud que otros textos en verso y prosa, que podríamos clasificar como ensayos o manuales de distintos saberes. Para los romanos no existía un término para designar al investigador científico y se le solía relacionar con la filosofía. Magos, astrónomos y matemáticos fueron confundidos primero y mal vistos después en tiempos del Bajo Imperio, pues pensaban que con sus cálculos numéricos podían de algún modo atentar contra la vida de un emperador. La literatura científica romana es ante todo enciclopédica, engloba conocimientos y los relaciona entre sí, además la mayoría de los traductores de tratados griegos eran expertos en la materia y la lengua griega, pero desconocedores de la literatura, formas vulgares del latín hablado alternan con auténticos calcos de los términos técnicos griegos.
AUTORES Y OBRAS
Comenzaremos por los tratados que tienen que ver con la agricultura. Catón el Censor (234-149 a. C.) expone sus ideas en un tratado inconexo, pero escrito desde la autoridad que da la experiencia. Algunos años más tarde, M. Terencio Varrón (116-27 a. C. compone De re rustica, una obra muy distinta y parecida a un tratado de economía agraria en tres libros, en los que habla de agricultura, ganadería, avicultura, apicultura y pesca. En época de Nerón escribe Columela un amplio tratado en doce libros, De re rustica, que continúa y amplía una obra anterior más breve, De arboribus. Varios siglos más tarde, Paladio recopila en catorce libros el trabajo de sus antecesores bajo el título de Agricultura.
En cuanto a tratados de geografía, el polifacético Cicerón compuso una Chorografia, que podríamos traducir por “Topografía” o “Geografía descriptiva”. Años más tarde, Agripa, contemporáneo de Augusto realiza un mapa del mundo al que acompañan unos escolios o comentarios de tipo geográfico. El hispano Pomponio Mela (siglo I d. C.) escribió en tiempos de Claudio un original tratado de geografía titulado también Chorografia, en el que aúna geografía descriptiva y aproximación a la etnología sobre las diversas religiones que baña el Mare Nostrum.
De arquitectura e ingeniería señalaremos a Vitrubio, quien en plena época de Julio César y de Augusto ejerció como superintendente de los acueductos de Roma. Hombre se orígenes modestos pero de gran inteligencia natural, nos ha dejado su obra De Erchitectura, en diez libros, que durante siglos ha sido punto de referencia para los arquitectos, urbanistas y estudiosos de la Historia del Arte. Pero no solo habla de arquitectura, también están presentes el arte y el paisaje. Años más tarde, Frontino (35-103 d. C.) escribe De aquis urbis Romae, donde ensalza la capacidad de Roma para poner en funcionamiento grandes obras de este tipo.
Los escritos relacionados con veterinaria aparecen en época tardía. En el s. IV, Vegecio, que es además autor de un tratado sobre táctica y técnica militar (Epitoma rei militaris), escribe un tratado en verso sobre los trastornos y enfermedades de mulas y caballos, Mulomedicina.
En Roma el primer estadio de la medicina fue de carácter no científico; religión y magia se dan la mano en un tiempo en el que el sacerdote es también médico y en el que el pater es una especie de médico de familia. Catón llegó a alentar protestas contra el paulatino asentamiento en Roma de médicos griegos que llegaron a fundar escuelas. En el siglo siguiente, en época del emperador Tiberio, escribe un enorme tratado Aulo Cornelio Celso titulado Artes.
En relación a las ciencias naturales, a las que durante mucho tiempo hemos llamado Historia Natural, destacamos a Plinio el Viejo (24-79 d. C.) y su obra Naturalis Historia. Se trata de una obra monumental, enciclopédica, que recopila material de 146 autores romanos y 327 extranjeros. En 37 libros se recogen saberes de todo tipo: geografía, etnografía, antropología, zoología, botánica, farmacopea vegetal y animal y mineralogía. El propio Séneca escribe antes que Plinio unas Naturales quaestiones en las que se ocupa de temas de astronomía, geografía y geología. También escribe sobre recetas culinarias, ya sea con fines terapéuticos o simplemente por puro placer, Apicio, conocido a partir de una reelaboración en un latín del s. IV d. C. con el título de De re coquinaria.

Literatura Latina: La Novela

 LA NOVELA 

INTRODUCCIÓN
Los romanos, al igual que los griegos, no tuvieron jamás conciencia de la novela como género literario específicamente definido (en griego mythos y en latín mythistoria o fabula). El género novelesco fue un género sencillo, sin normas estrictas, donde la realidad y la fantasía se mezclan.
No es un género serio, carece de función específicamente pedagógica, su finalidad es ante todo entretener. En Grecia estaban dirigidas a un público masivo y poco culto, mientras que en Roma era más restringido y culto. Hay aspectos en la novela romana que recuerdan al género satírico, mientras que la novela griega es más fantasiosa. La novela latina narra aventuras en primera persona, presenta personajes con una personalidad compleja y rica.
Los orígenes de la novela romana podemos encontrarlos en autores como Arístides (s. I d. C.) con sus Historias Milesias, que fueron traducidas al latín por Sisena (s. I a. C.). Se trata de narraciones breves en tono un tanto obsceno.
AUTORES Y OBRAS
Petronio nos ha legado una obra titulada Satiricón. Aún hoy se duda de la personalidad de Petronio. Se dice que C. Petronio Arbiter era un aristócrata contemporáneo y amigo de Nerón, amante de los placeres refinados. Fue procónsul en Bitinia y acabó cayendo en desgracia y suicidándose en el año 66 d. C., como tantos partidarios y admiradores de Nerón. Su obra es fragmentaria, constaba al parecer de dieciséis libros, de los que han llegado hasta nosotros el decimoquinto, el decimosexto y parte del decimocuarto. El núcleo básico se conoce como Cena de Trimalción, que cuenta cómo discurre un lujurioso banquete. En una colonia griega del sur de Italia, Encolpio, el protagonista, y su amigo Ascilto entran en contacto con Agamenón, un orador de la época que los lleva a cenar a casa de su amigo Trimalción, un liberto venido de oriente que ha llegado a ser un personaje notable en dicha colonia. Se llena el relato de realismo, caricaturas feroces, descripciones exactas, personajes grotescos, vicios y excesos…
Apuleyo (125-170 d. C.), un siglo después, muestra su obra Metamorfosis o el Asno de oro. Comparte con el Satiricón el gusto por la peripecia y los entresijos de la sociedad. Un hombre, Lucio, de viaje por Grecia, va a alojarse en casa de una mujer que realiza prácticas de magia y hechicería. Fascinado por ello, se introduce a escondidas en el laboratorio e ingiere por error una pócima que no le convierte en pájaro, como él pretendía, sino en burro. Así conserva las facultades psíquicas y mentales del hombre pero adquiere el cuerpo de un asno. Unos ladrones saquean la casa y se llevan consigo al asno. A partir de ese momento se sucede todo un sinfín de peripecias que llevarán al asno Lucio a presenciar el rapto de una doncella (Cárite) y su posterior liberación; su segundo apresamiento y una nueva liberación a cargo del novio de la doncella, Tlepólemo, quien, sin embargo, muere en compañía de su amada líneas más adelante; venta del asno Lucio a unos sacerdotes de Cibeles, paso posterior a casa de un molinero, luego a la de un jardinero, después a la de un soldado y finalmente a la de un repostero. Sufre las desventuras amorosas de una matrona que se enamora de él, al igual que una mujer condenada a muerte en el anfiteatro. Todos los intentos por recobrar la forma humana son baldíos, hasta que decide incorporarse, ya en el libro XI, al cortejo de la diosa Isis, donde lame un manojo de rosas y recobra su forma humana. Se intercalan además en esta obra relatos de índole diversa. El más famoso es, sin duda, el cuento de Cupido y Psique, que pone Apuleyo en boca de una vieja que intenta distraer a la joven Cárite durante su secuestro.

Literatura Latina: La Bucólica

 LA BUCÓLICA 


INTRODUCCIÓN
La poesía bucólica, como otros géneros, hunde sus raíces en Grecia, en la obra de Teócrito de Siracusa; el propio Virgilio dice en la égloga VI: “he cultivado en latín el verso de Siracusa”. Teócrito escribió sus Idilios (“pequeños cuadros”), que son estampas campesinas que inspirarían durante siglos a pintores y escritores del mundo entero. El medio rústico y campestre se considera un locus amoenus, una especie de paraíso alejado de la ciudad con sus ruidos y sus prisas. En este marco agreste el hombre da rienda suelta a su sensualidad. Todo se percibe por los sentidos.
AUTORES Y OBRAS
Virgilio escribió diez poemas titulados Bucólicas de aproximadamente unos cien versos cada uno. Fueron publicados uno a uno. Los ordenó en grupos de dos: el I con el IX, el II con el VIII, el III con el VII, el IV con el VI y el V en el centro. Esa agrupación por pares no corresponde con una coherencia de los temas:
  • Pasión amorosa: libros II, VIII y IX.
  • Curiosidades científicas o mitológicas: libro VI.
  • Canto y música de los pastores: III, VII.
  • Anhelo de la paz y del descanso y elogio de la naturaleza: libros IV y V.
Años más tarde compuso Geórgicas, que no contaron con tanto éxito, también de tema pastoril, pero no pertenecen a la lírica bucólica.
Sus obras contaron con el favor del público culto. El paisaje, el clima, el entorno, son los de la Galia Cisalpina; los pastores son individuos convencionales.
El género bucólico después de Virgilio no tiene una continuidad definida. Merece mencionar el trabajo de Calpurnio Sículo, que escribió siete églogas, y Nemesiano, que ya en el s. III escribió un pequeño poema llamado Cinegética.

Literatura Latina: La Didáctica

 LA DIDÁCTICA 


INTRODUCCIÓN
Bajo el epígrafe de poesía didáctica se agrupan obras de diversos autores latinos cuya finalidad va más allá del deleite y disfrute del potencial auditorio. Estos autores pretenden informar a un público que en ocasiones debe tener un nivel bastante elevado para comprender los textos.
Los elementos estéticos están al servicio de los contenidos didácticos, importa más el fondo que la forma y el lenguaje es complejo. Los romanos no tuvieron conciencia de la poesía didáctica como tal género literario. Algunos libros no se escribieron para ser leídos con este fin, pero se terminaron usando para ello. En el momento en que los romanos adoptaron este género, su evolución histórica y literaria había casi concluido en Grecia.
AUTORES Y OBRAS
El primer exponente de este género es Lucrecio (99-55 a. C.) que sorprende con un extenso poema: De rerum natura. Se basa en los postulados de Epicuro. En los dos primeros libros se expone toda una teoría de tipo físico y se desarrollan los principios básicos del átomo: “nada nace de la nada y nada vuelve a la nada”. Los libros III y IV son tratados de psicología. Los libros V y VI se dedican a estudiar aspectos de cosmología. Destaca el himno a Venus al comienzo, la loa a Epicuro y el elogio de la ciencia. Al final de los libros aparecen epílogos con visiones de la muerte, del mundo subterráneo, del amor no correspondido…. El final del libro VI es una descripción de la epidemia que azotó Atenas en el s. V a. C.
Completamente distinto es el tratado de Virgilio que se conoce con el nombre de Geórgicas, que desgrana en cuatro libros todos los saberes del campesino. No la escribió para instruir a los campesinos, sino para deleitar a los lectores. Se divide en pares de libros, así, el I y el III tratan la lucha contra el mal y la muerte, y el II y IV son más alegres:
  • Libro I: sobre la agricultura y el cultivo, dedicado a Mecenas, con una breve descripción del contenido de los cuatro libros y una invocación a Augusto.
  • Libro II: sobre arboricultura, con una invocación a Baco, elogia la vida campestre y suplica a las Musas.
  • Libro III: sobre la cría de ganado, invoca a Pales, Apolo y Liceo.
  • Libro IV: sobre apicultura, dedicado a Mecenas, con una invocación a Apolo, mito de Aristeo, mito de Orfeo y mención al Príncipe.

Horacio, por su parte, plasmó sus reflexiones sobre literatura en el libro II de sus epístolas, la llamada Ars Poetica.
Otro gran poeta fue Ovidio, que compuso De medicamine faciei, sobre cosmética, y Halieutica, sobre los peces.
Germánico, sobrino e hijo adoptivo del emperador Tiberio, sigue los datos aportados por el poeta griego Arato en su obra Arati Phaenomena.
Manilio, años más tarde, mezcla astronomía y astrología en cinco libros titulados Astronomica, donde menciona el horóscopo y la influencia de los astros en las personas.
Se puede mencionar dentro de este género  la obra de Fedro. La fábula se asocia con frecuencia a la sátira y al epigrama, considerada literatura menor. Fedro escribió 103 fábulas divididas en cinco libros. Pretende hacer mejores a los hombres, los hombres corrientes se asimilan y comparan con animales.
Avieno también compuso casi medio centenar de fábulas en dísticos elegíacos y otras obras didácticas como Desciptio orbis terrae, De ora maritima

Literatura Latina: La Filosofía

 LA FILOSOFÍA 


INTRODUCCIÓN
En general, se puede afirmar que el pueblo romano no tuvo inquietudes filosóficas de tipo especulativo. Prefirieron los aspectos éticos del saber antes que la metafísica y la lógica. En un principio, los filósofos griegos que se asentaron en Roma tuvieron grandes dificultades para desarrollar su actividad. Lograron mayor contacto griegos y romanos con la filosofía posterior a Aristóteles, centrada en la ética individual. Llegaron a Roma en los primeros años de la República ciertas doctrinas pitagóricas.
Los romanos se adaptaron mejor al estoicismo que al epicureísmo, pero fue el eclecticismo la doctrina que acabó fascinando a los filósofos romanos de mayor renombre.
EPICUREISMO
Es La primera doctrina que llega a Roma, sin embargo, tarda en arraigar. El fundador fue Epicuro (341-271 a. C.) y arranca de las teorías atomistas de Demócrito. El universo se formó mediante alteraciones en la combinación de los átomos. Los dioses existen, pero al margen de los hombres. Los datos que aportan los sentidos son básicos y las supersticiones deben ser eliminadas. La felicidad consiste en alcanzar el bien. Las teorías de Epicuro pronto se extendieron fuera de Grecia, por Antioquía y Alejandría, y llegaron a Roma.
Será Lucrecio (99-55 a. C.) quien marque un hito al exponer con toda profundidad y en verso todas las tesis de Epicuro. Se niega la religión tradicional y el miedo a la muerte se considera el peor mal para los hombres. Cicerón y Horacio conocieron las doctrinas epicúreas, pero no hicieron bandera de ellas.
ESTOICISMO
La segunda gran escuela fue el estoicismo, fundado por Zenón de Citio en el 300 a. C. Se expandió lejos de Atenas y solo el decreto del emperador Justiniano del 529 d. C., prohibiendo y clausurando las actividades filosóficas de tipo “pagano”, pudo ponerle fin. Coincide con el epicureísmo en la importancia que se le da a la ética y por la preocupación por la felicidad. Sin embargo, los estoicos piensan que un Logos o Mente, especie de llama divina, es el alma del universo de la que participan todos los seres humanos.
Esta escuela evolucionó y fue haciéndose más flexible y menos radical. Arraigó muy pronto y pasó a ser la filosofía de la clase dominante. Llegó a fascinar a emperadores como Marco Aurelio. Aunque también suscitó rechazo en emperadores como Nerón, Vespasiano y Domiciano.
Los autores Panecio de Rodas y Posidonio de Apamea fueron dos figuras determinantes para la introducción del estoicismo en Roma. Del primero sabemos que escribió De officiis aunque esta obra no ha llegado a nosotros. El segundo se esforzó por armonizar el pensamiento de Aristóteles y Platón con la doctrina estoica.
El gran filósofo estoico de lengua latina fue Lucio Anneo Séneca (4 a. C-65 d. C.), nacido en Córdoba. Rompió pronto con la filosofía helenística y creo pronto un sistema propio. Escribió diálogos (De ira, De breviate vitae, De otio…), consolaciones (Consolatio ad Marciam, Consolatio ad Helviam matrem…) y tratados o ensayos (De beneficiis y Cartas a Lucilio). Pone acento en la relación que existe entre los hombres. La solidaridad y la cooperación entre ellos deben ser especialmente fomentadas. El camino de la virtud lleva a la felicidad.
ECLECTICISMO
Junto al epicureísmo y el estoicismo se desarrolló en Grecia una tercera escuela, el escepticismo, escuela fundada por Pirrón de Élide (365-270 a. C.) quien llega a la conclusión de que el conocimiento de la propia naturaleza de las cosas es imposible. La unión de estas tres escuelas dio lugar a una cuarta corriente, el eclecticismo.
M. Terencio Varrón (116-27 a. C.) es el primer exponente de esta teoría. Escritor polifacético, su obra toma teorías de cínicos, pitagóricos, estoicos y peripatéticos. Admite que existe un solo dios, fuerza motora del mundo; el hombre está compuesto de cuerpo y alma; la vida es una síntesis de acción y placer. Su obra más importante no ha llegado a nosotros, titulada Logistorici. Es autor también de un tratado sobre agricultura (De re rustica) y de otro sobre gramática (De lingua latina). En cuanto a su obra filosófica, quedan unos 600 fragmentos de las Satyrae Menippeae.
Pero, sin duda, el autor más importante de este género es Cicerón (106-43 a.C.). Conoció bien los textos de los pensadores griegos. Gran parte de su obra ha llegado a nosotros y toca varios aspectos de la filosofía, no solo problemas de ética. Trata la metafísica (Academici libri), aspectos teológicos (De natura deorum, De fato…) y ética (Tusculanas, De officiis, De senectute…).
El novelista Apuleyo (127-170 d. C.) escribió tres tratados filosóficos que conjugan teorías neoplatónicas con elementos pitagóricos.
Boecio (476-524 a. C.) fue ya en época cristiana el último erudito del mundo antiguo en lengua latina. Tenía además un perfecto dominio del griego. Su fama le viene por un libro escrito en la cárcel titulado Philosophiae consolatio. En cinco libros, el prisionero dialoga con Filosofía, que viene a aliviar sus penas.