ODISEO/ULISES
Odiseo o Ulises
nació en Ítaca. La historia más famosa que se cuenta sobre él en la Odisea de Homero, trata las aventuras
que experimento en su regreso a casa después de la guerra de Troya.
Al zarpar desde Troya llegaron al
país de los cícones. Después de saquear su ciudad y tras unos días en el
mar soportando tempestades, llegaron a la tierra de los lotófagos. Allí
sus compañeros probaron el loto y no quisieron marcharse de para poder comerlo
siempre, pero Odiseo les obligó a emprender la marcha.
Llegaron entonces a una cueva
habitada por un gigante horrible de un solo ojo, era el cíclope Polifemo.
Odiseo le dijo así: “Me preguntas mi nombre y te lo diré a cambio de la
hospitalidad que me prometes. Mi nombre es Nadie”.
Y el cíclope respondió: “Pues a Nadie
me lo comeré el último, después de sus compañeros, tal es mi hospitalidad”.
Odiseo y sus compañeros consiguieron hacer que el cíclope cayera rendido por el
vino y, entonces, con una estaca calentada al fuego le hirieron el único ojo
que tenía. Consiguieron salir de la cueva agarrados al vientre de unos
carneros. Con gritos llamaba Polifemo a los demás cíclopes mientras estos se
escapaban escondidos bajo las ovejas del rebaño. Cuando los cíclopes acudieron
en su ayuda y le preguntaron qué había pasado, él respondió: “Nadie me mata con engaños”.
Luego llegaron a la isla de Eolo,
donde habitaba la ninfa Circe. Odiseo envió a algunos de sus compañeros
para inspeccionar el terreno y, viendo que no regresaban, acudió al palacio.
Antes de llegar se le apareció Hermes, quien le informó de que sus
compañeros habían sido convertidos en cerdos por Circe. Le ofreció una hierba
como antídoto para que no sufriera la misma suerte pero debería unirse a Circe
si quería escapar con el resto de sus compañeros.
Navegaron después hasta el confín
del océano, donde, caminando hasta el lugar que les había indicado Circe,
cavaron un hoyo donde inmolaron a unos animales. Vieron como salían del Hades
las almas de los muertos pero consiguió Odiseo interrogar a Tiresias.
Entonces vio el alma de su madre, Anticlea, a la que había dejado en
Troya. Tiresias le aseguró que ya podría regresar a casa, pero que Poseidón le
guardaba rencor por haber cegado a su hijo Polifemo. Para llegar a casa solo
debía respetar las vacas del Sol en la isla Trinacria.
Después de dejar la isla de
Circe, se acercaron a la isla de las sirenas, que con su canto
hechizaban a los marineros. Ordenó a sus compañeros que le taparan los oídos
con cera y que le ataran al mástil de la nave para poder escuchar el melodioso
canto. Desde allí llegaron a un estrecho donde se encontraban Escila y Caribdis,
un monstruoso remolino que absorbía las aguas y lo que en ellas flotaba. Allí
perdió a seis de sus hombres.
Llegaron a la isla Trinacria.
Los hombres de Odiseo mataron algunas de las vacas del Sol, quien pidió
ayuda a Zeus. Cuando dejaron la isla, Zeus lanzó una tormenta sobre la nave.
Al noveno día de vagar por las
aguas, llegó Odiseo a la isla de Ogigia, donde vivía Calipso.
Una
vez hubo saciado el hambre y la sed le contó a Calipso el por qué de su visita.
Zeus quería que dejara marchar a un prisionero que había luchado en la ciudad
de Príamo. Ella respondió que así lo haría. Cuando le vio llorar en la playa le
dejó marchar advirtiéndole de los males que aún debería soportar antes de
llegar a su hogar con Penélope.
Después de dejar la isla de
Calipso, Odiseo navegó diecisiete días en una balsa que él mismo había
construido. Poseidón provocó una tempestad para que no llegara a la isla de
Feacia, pero Ino Leucotea, una divinidad marina, le ayudó a llegar a
la costa. Una vez en tierra, unas jóvenes que jugaban por allí cerca le
despertaron. Al verlo desnudo, horrible y afeado por el mar, todas las jóvenes
huyeron menos una, Nausícaa. Una vez lavado en el río, con aceites y
ropa que le ofreció la joven, la diosa Atenea le hizo parecer más alto y
fuerte, por lo que Nausícaa quiso incluso convertirse en su esposa. El rey Alcínoo
le acogió entonces en el palacio y le ofreció un banquete al que asistió un
aedo que cantó la historia de Troya, la parte en que los aqueos estaban
escondidos en las entrañas del caballo. Odiseo, conmovido, dejó caer una
lágrima y el rey le preguntó cuál era su preocupación. Odiseo respondió y le
dijo su identidad: “Soy Odiseo, hijo de Laertes y todos me conocen por
mis muchas astucias”.
Atenea se le apareció y
cambió su aspecto para que, al llegar a su hogar, los pretendientes de Penélope
no le reconocieran. Debía buscar al porquerizo, que era quien le ayudaría a
conseguirlo. Ambos fueron a palacio, donde encontró a Telémaco, su hijo,
que se asustó cuando la diosa le devolvió su verdadero aspecto. Su perro, que
yacía moribundo, le reconoció. Penélope había esperado el regreso de su
marido durante muchos años y no pretendía volver a casarse Aseguró que no
elegiría a ninguno de los pretendientes hasta que no terminara de tejer un
telar. El día lo pasaba tejiendo y la noche destejiendo para no tener que
elegir nunca. Traicionada por una esclava tuvo que elegir y ofreció el arco de
Odiseo a los pretendientes para que se casara con ella aquel que pudiera
tensarlo y atravesar con una flecha doce hojas de hacha. El único que lo
consiguió fue Odiseo, quien mató después a los pretendientes y se reconcilió
con Penélope. Para convencerla de que era él, le habló de la cámara nupcial y del
lecho que había fabricado con sus propias manos.
"Ulises y las Sirenas" de Jhon William Waterhouse.
Ulises y las sirenas, pieza de cerámica ática, 480-470 a.C., Museo Británico.