LA FILOSOFÍA
INTRODUCCIÓN
En general, se puede afirmar que el pueblo
romano no tuvo inquietudes filosóficas de tipo especulativo. Prefirieron los
aspectos éticos del saber antes que la metafísica y la lógica. En un principio,
los filósofos griegos que se asentaron en Roma tuvieron grandes dificultades
para desarrollar su actividad. Lograron mayor contacto griegos y romanos con la
filosofía posterior a Aristóteles, centrada en la ética individual. Llegaron a
Roma en los primeros años de la República ciertas doctrinas pitagóricas.
Los romanos se adaptaron mejor al estoicismo
que al epicureísmo, pero fue el eclecticismo la doctrina que
acabó fascinando a los filósofos romanos de mayor renombre.
EPICUREISMO
Es La primera doctrina que llega a Roma, sin
embargo, tarda en arraigar. El fundador fue Epicuro (341-271 a. C.) y arranca
de las teorías atomistas de Demócrito. El universo se formó mediante
alteraciones en la combinación de los átomos. Los dioses existen, pero al
margen de los hombres. Los datos que aportan los sentidos son básicos y las
supersticiones deben ser eliminadas. La felicidad consiste en alcanzar el bien.
Las teorías de Epicuro pronto se extendieron fuera de Grecia, por Antioquía y
Alejandría, y llegaron a Roma.
Será Lucrecio (99-55 a. C.) quien
marque un hito al exponer con toda profundidad y en verso todas las tesis de
Epicuro. Se niega la religión tradicional y el miedo a la muerte se considera
el peor mal para los hombres. Cicerón y Horacio conocieron las doctrinas
epicúreas, pero no hicieron bandera de ellas.
ESTOICISMO
La segunda gran escuela fue el estoicismo,
fundado por Zenón de Citio en el 300 a. C. Se expandió lejos de Atenas y solo
el decreto del emperador Justiniano del 529 d. C., prohibiendo y clausurando
las actividades filosóficas de tipo “pagano”, pudo ponerle fin. Coincide con el
epicureísmo en la importancia que se le da a la ética y por la preocupación por
la felicidad. Sin embargo, los estoicos piensan que un Logos o Mente, especie
de llama divina, es el alma del universo de la que participan todos los seres
humanos.
Esta escuela evolucionó y fue haciéndose más
flexible y menos radical. Arraigó muy pronto y pasó a ser la filosofía de la
clase dominante. Llegó a fascinar a emperadores como Marco Aurelio. Aunque
también suscitó rechazo en emperadores como Nerón, Vespasiano y Domiciano.
Los autores Panecio de Rodas y Posidonio
de Apamea fueron dos figuras determinantes para la introducción del
estoicismo en Roma. Del primero sabemos que escribió De officiis aunque esta obra no ha llegado a nosotros. El segundo
se esforzó por armonizar el pensamiento de Aristóteles y Platón con la doctrina
estoica.
El gran filósofo estoico de lengua latina fue Lucio
Anneo Séneca (4 a. C-65 d. C.), nacido en Córdoba. Rompió pronto con la
filosofía helenística y creo pronto un sistema propio. Escribió diálogos
(De ira, De breviate vitae, De otio…),
consolaciones (Consolatio ad
Marciam, Consolatio ad Helviam matrem…)
y tratados o ensayos (De
beneficiis y Cartas a Lucilio).
Pone acento en la relación que existe entre los hombres. La solidaridad y la
cooperación entre ellos deben ser especialmente fomentadas. El camino de la
virtud lleva a la felicidad.
ECLECTICISMO
Junto al epicureísmo y el estoicismo se
desarrolló en Grecia una tercera escuela, el escepticismo, escuela
fundada por Pirrón de Élide (365-270 a. C.) quien llega a la conclusión de que
el conocimiento de la propia naturaleza de las cosas es imposible. La unión de
estas tres escuelas dio lugar a una cuarta corriente, el eclecticismo.
M. Terencio Varrón (116-27 a. C.) es el primer exponente de esta
teoría. Escritor polifacético, su obra toma teorías de cínicos, pitagóricos,
estoicos y peripatéticos. Admite que existe un solo dios, fuerza motora del
mundo; el hombre está compuesto de cuerpo y alma; la vida es una síntesis de
acción y placer. Su obra más importante no ha llegado a nosotros, titulada Logistorici. Es autor también de un
tratado sobre agricultura (De re rustica)
y de otro sobre gramática (De lingua
latina). En cuanto a su obra filosófica, quedan unos 600 fragmentos de las Satyrae Menippeae.
Pero, sin duda, el autor más importante de
este género es Cicerón (106-43 a.C.). Conoció bien los textos de los
pensadores griegos. Gran parte de su obra ha llegado a nosotros y toca varios
aspectos de la filosofía, no solo problemas de ética. Trata la metafísica (Academici libri), aspectos teológicos (De natura deorum, De fato…) y ética (Tusculanas,
De officiis, De senectute…).
El novelista Apuleyo (127-170 d. C.)
escribió tres tratados filosóficos que conjugan teorías neoplatónicas con
elementos pitagóricos.
Boecio
(476-524 a. C.) fue ya en época cristiana el último erudito del mundo antiguo
en lengua latina. Tenía además un perfecto dominio del griego. Su fama le viene
por un libro escrito en la cárcel titulado Philosophiae
consolatio. En cinco libros, el prisionero dialoga con Filosofía, que viene
a aliviar sus penas.